DOLOR ONCOLÓGICO
Lo pacientes que padecen dolor por cáncer, es debido a la progresión de la propia enfermedad o a los tratamientos y patologías asociadas. Los síntomas que se presentan son:
-
Dolor abdominal: relacionados a pacientes con procesos tumorales que afectan a órganos del sistema digestivo (colon, estomago o páncreas).
-
Dolor neuropático: con aparición de disestesias, parestesias o alodinias, se presenta en pacientes con tumores óseos o procesos metastásicos, especialmente en vértebras.
-
Cefaleas y las algias faciales: en pacientes con tumores localizados en el sistema nervioso central o en la región cráneo-cervical.
El abordaje integral del dolor por cancer, a través de la actuación multidisciplinaria, es fundamental para mitigar su intensidad hasta hacerlo desaparecer y conseguir una mejoría global del paciente.
Por otra parte, el tratamiento de la esfera psicológica del paciente y de su círculo familiar más cercano es especialmente importante, dada la patología que sufren.
DOLOR POSTQUIRÚRGICO
El dolor postquirúrgico o postoperatorio es una consecuencia de una cirugía. Suele ser agudo y debe ser tratado de manera temprana para evitar su cronificación.
Este tipo de dolor, es una realidad a la que se enfrentan muchos pacientes operados, cuando pasados los seis meses de su intervención sienten una persistencia del dolor con agravamiento de los síntomas iniciales. Es por ello, que nosotros tratamos éste tipo de dolor actuando sobre los factores predisponentes desencadenantes, para prevenir el desarrollo del dolor crónico.
En el caso de los pacientes en los que el dolor crónico se ha instaurado, disponemos de novedosas terapias para el tratamiento de esta condición dolorosa, como la actuación sobre el nervio periférico, radiofrecuencia sobre el ganglio en la raíz dorsal, implantación de neuroestimuladores en el sistema nervioso e implantación de bombas de administración de fármacos intratecales.
